martes, 6 de diciembre de 2011

Carta de Sabrina Castillo, directora y fundadora de la Compañía Momentum Danza Contemporánea

Marcio, Marta María, Lillian y Waleska son los cuatro bailarines que durante estos últimos diez años han colaborado conmigo en el proceso coreográfico de por lo menos veinte obras de Momentum. Me siento sumamente orgullosa de ellos por el alto nivel profesional que tienen y porque cada uno de ellos le trajo además algo invaluable a la Compañía: Lillian, su honestidad; Waleska su claridad; Marta María, su fortaleza y Marcio su nobleza. Todos juntos emprendimos durante estos años un camino incierto y excitante que nos trajo muchas enseñanzas.

La creación en danza contemporánea es un proceso de mucha paciencia, perseverancia y coraje. Ellos cuatro se entregaron siempre a dichos momentos con una total confianza y lealtad hacia mi. En todos estos años invertimos horas en pequeños detalles, gestos y movimientos nuevos que gracias a su talento y disciplina se volvieron obras coreográficas que se presentaron en varios teatros de Guatemala, de Estados Unidos, de Inglaterra y de Centro América. Ellos les dieron vida  a No se puede bailar llorando, Superhéroes Remix, El Laberinto, 120/80, A larga distancia, Sonatina en Esperanto, Onomástico y Danza en tres movimientos,  entre otras. Con ellos viví mi década de los 40 a los 50. Aprendí sobre mis limitaciones, mis destrezas, sobre coreografía, relaciones humanas y sobre la vida. Ellos me hicieron reir, me inyectaron juventud, me sorprendieron y me regalaron momentos inolvidables.

Para el 2012 decidí, después de veinte y tres años,   darle un receso a Momentum. Llena de preguntas relacionadas con el quehacer coreográfico me enfrento a una post modernidad que nos arrasa. El arte está cambiando y considero necesario re-pensar cuestiones relacionadas con la composición y las nuevas formas de darle vida a una agrupación dancística.  Este receso me dará tiempo para fortalecer otras áreas del Centro de Danza e Investigación del Movimiento de la Universidad Rafael Landívar: la somática, la danza en comunidad,  el Festival Rondó, y la investigación.

Esta nueva situación me hará extrañar profundamente la cercanía que construimos Waleska, Marcio, Lillian, Marta María y yo. A pesar de que no coincidiré con ellos cada día, los íntimos lazos de afecto que desarrollamos en estos años los seguiremos cultivando de otras maneras en este amplio y apasionante mundo de la danza.

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